Desde la Asociación de Arqueólogos Profesionales de la República Argentina expresamos nuestro repudio a los dichos del vocero presidencial, Manuel Adorni, referidos al financiamiento de proyectos de científicos de disciplinas ligadas a las humanidades como de “dudoso impacto social”, que “todos los argentinos pagamos con nuestros impuestos y con nuestro esfuerzo”.
Le recordamos al servidor público que, como ciudadanos de esta Nación, nuestros impuestos abonan a lo público en muchos aspectos: becas, financiamiento científico, incluso el salario mensual del vocero que, anualizado, es de 34 millones de pesos. Con ese monto se financiarían al menos 34 proyectos de investigación que contribuirían al desarrollo social de la toda la comunidad.
Reproducimos aquí la carta de desagravio producida por los investigadores señalados por el vocero.
A la opinión pública
A los medios de comunicación
Al señor Manuel Adorni
Vocero de la Presidencia de la República Argentina
Estimados/as:
El día 14 de noviembre de 2024, el vocero presidencial, señor Manuel Adorni, comentó que la Secretaria de Innovación, Ciencia y Tecnología, en una auditoria había detectado ‘datos escandalosos’ sobre financiamientos, por la cifra total de 12 mil millones de pesos. Particularmente se refirió a investigaciones de ‘dudoso impacto social’, entre las que mencionó al proyecto de investigación titulado, Hacia la deconstrucción de palimpsestos en el sector oriental del valle de Santa María, Tucumán, del cual soy la Investigadora Responsable, junto al Dr. Carlos Alberto Baied, con quien integramos el Grupo Responsable de dicho proyecto arqueológico.
Mi nombre es Carolina Somonte, soy doctora de la Universidad de Buenos Aires, Investigadora Adjunta del CONICET y Profesora Adjunta de la Carrera de Arqueología de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de la Universidad Nacional de Tucumán. Además, me desempeño como Consejera Titular del Colegio de Profesionales en Arqueología de Tucumán y como directora de becarios y tesistas.
Como investigadores de CONICET y docentes de la Universidad Nacional de Tucumán, anualmente nos encontramos evaluados por pares, en nuestro rendimiento académico, científico, en nuestras publicaciones y en concursos docentes, y en cada Proyecto de financiamiento que solicitamos para poder llevar a cabo nuestras investigaciones, como ha sido el caso del mencionado proyecto. Lamentablemente nos vemos forzados a realizar aclaraciones respecto de nuestro trabajo como científicos sociales, ante el desconocimiento y la desinformación del Sr Adorni, Vocero Presidencial. Asumiendo que el título de nuestro proyecto contiene términos que pueden haber llamado su atención, nos tomamos el trabajo de explicarlos. Para entender los conceptos de palimpsesto y de-construcción, y su uso en Arqueología (ciencia social que se ocupa de reconstruir el pasado de las sociedades a partir de los vestigios arqueológicos), es necesario aclarar, previamente, otros términos: vestigios arqueológicos, sitios arqueológicos y procesos de formación de sitio. Los vestigios arqueológicos son todo tipo de evidencia material que quedan de las actividades de la vida humana en el pasado. Los sitios arqueológicos son los lugares donde están esos vestigios. Los procesos de formación son aquellos procesos naturales y antrópicos que afectan las condiciones de hallazgo de los vestigios arqueológicos. Nada de lo que la gente dejó como rastros de sus actividades en el pasado (vestigios), queda totalmente intacto. El paso del tiempo, los procesos de la naturaleza y las actividades de las personas que vuelven a ocupar esos espacios, afectan a esos vestigios, su preservación, conservación, distribución, entre otras cosas. Muchos de los sitios arqueológicos de Amaicha del Valle, lugar del NOA donde investigamos hace más de 20 años, tienen tres particularidades: 1) la recurrencia ocupacional, es decir que fueron espacios visitados/ocupados por más de 10.000 años, 2) los vestigios de esas ocupaciones humanas se presentan en la superficie de una manera mezclada, indiferenciada y, 3) la acción de importantes procesos de formación, que modificaron a estos sitios. Estas tres características, nos hablan de un pasado dinámico desde lo natural y cultural.
En este contexto, el palimpsesto se refiere a la existencia de múltiples episodios de depositación y transformación, temporalmente secuenciales (primero uno, después otro, y así sucesivamente) de actividades humanas y procesos naturales. Con el tiempo, la acumulación y transformación de los vestigios arqueológicos generan paisajes de solapamiento y superposición, a diversas escalas.
Lo anterior, puede compararse con el juego del rompecabezas, que comienza cuando volcamos sobre una superficie (por ejemplo, la mesa, el piso) las piezas y quedan todas mezcladas y desordenadas. Armarlo, siguiendo el modelo de la tapa, requiere el ordenamiento de esas piezas y la colocación de unas junto a otras, para dar sentido al modelo de la tapa.
El trabajo del arqueólogo o de la arqueóloga es reconstruir una parte de nuestra historia, a partir de las pocas piezas de un rompecabezas, del cual muchas veces, desconocemos el modelo de la tapa y, además, nos faltan muchas de las piezas. Y la historia que reconstruimos como parte de nuestra tarea, como es de público conocimiento, tiene ‘uso’. Su importancia social, está fuera de todo debate.
En este contexto, el uso arqueológico del término de-construcción tiene que ver con trabajar con ese ‘desorden’ con el que nos encontramos arqueólogos/as muchas veces en los sitios arqueológicos para intentar reconstruir el sentido de los vestigios arqueológicos que están formando parte de esos palimpsestos. Lo hacemos a través de la búsqueda, ordenamiento y análisis de los vestigios arqueológicos, los cuales, una vez ordenados, cuentan muchas historias, no una sola.
El proyecto arqueológico, motivo de este descargo, tiene entre sus principales objetivos profundizar el estudio de los palimpsestos, a partir de un estudio integral multiescalar, que permita de-construir el complejo proceso de estrategias humanas desplegadas, en el largo plazo, por las poblaciones que habitaron el sector oriental del valle de Santa María. Los términos, de-construcción y palimpsestos deben ser leídos en el contexto en el que están insertos. Estamos convencidos de que la de-construcción de palimpsestos, en Arqueología, es el camino seguro a seguir cuando lo que reina es el desorden y la confusión, por eso la propuesta de problematizarlo, para buscar respuestas a su origen.
En las ciencias en general, los datos son importantes, pero más aún la confiabilidad y rigurosidad con la que fueron generados. El ejercicio del poder, independientemente del ámbito desde donde se lo practique, debe buscar la excelencia en la obtención de datos, si queremos garantizar la confiabilidad y respeto del ‘pueblo’, al que nos debemos. Por ello, buscar comprender el orden de ese palimpsesto, es parte fundamental de nuestra propuesta de investigación.
Finalmente, deseo aclarar que el proyecto está vigente, está cumpliendo su segundo año de operatividad y, al igual que anteriores financiamientos logrados para investigar, todos fueron otorgados por evaluación de pares, al proyecto en sí mismo, así como a los antecedentes académicos de quienes integramos el equipo de trabajo.
Escribimos esto, en un día viernes 15 de noviembre, lamentando profundamente la incomprensión de la tarea de una de las disciplinas sociales que hacen grande a la ciencia argentina. Por lo que mínimamente consideramos desinformación o, en su defecto, una muestra de ignorancia, sería oportuno expresar disculpas a la comunidad científica.
Dra. Carolina SOMONTE (Investigadora Responsable Proyecto PICT 2021-I A-00767)
Dr. Carlos A. R. BAIED (Integrante del Grupo Responsable Proyecto PICT 2021-I A-00767)